Para empezar, debemos aclarar que es imposible la existencia de una tierra cúbica o tierra cuadrada. Los planetas y estrellas suelen tener, por razones físicas como el movimiento de rotación, una forma esférica. Otros cuerpos celestes tienen más bien forma irregular, pero jamás se acercan a la forma de un cubo. Aun así, algunos físicos y matemáticos han especulado al respecto, aunque sea sólo por sentir el placer de teorizar y sustentar científicamente sus afirmaciones.
Quienes han especulado acerca de que pasaría si la tierra fuera un cubo, han planteado toda clase de hipótesis, no obstante, unas son más aceptadas que otras. En el caso de la gravedad se especula que ésta no sería tan uniforme como en un planeta esférico. Cada lado de la tierra tendría, probablemente, una atmósfera distinta, con una cúpula de aire, y con atracción gravitacional en el centro de cada cara.
Pero otros han llegado más lejos con sus especulaciones. Aunque algunos consideran que cada cara del cubo sería, de hecho, como un mundo con características propias, otros proyectan que cuatro de las seis caras serían exactamente iguales una a la otra, con excepción de las correspondientes a los polos, que estarían siempre en estado de congelación.
Una tierra con forma de cubo, al igual que todo cuerpo celeste, tendría que rotar, pues, no existen cuerpos estáticos en el espacio, pero, con el tiempo, iría esculpiendo su apariencia hasta adquirir la forma de una esfera. Aunque se especula acerca de la vida en ese mundo hipotético, lo más seguro es que esta no existiría. El mundo ería una masa con seis caras cuadradas, sin habitantes, la cual evolucionaría hasta convertirse en un planeta común y corriente.
Pero si bien, algunos consideran poco probable la existencia de un ser vivo en ese mundo-cubo, debido a las escasas condiciones físicas para su desarrollo, otros han especulado pensando que, cada cara, con su cúpula de aire, podría ser ideal para dar a luz diversas formas de vida. No ocurriría lo mismo fuera de esas “burbujas” de aire. Las esquinas de ese planeta cuadrado carecerían de cualquier tipo de habitante.
En el mundo de las ciencias muchas teorías han nacido como producto de la especulación intelectual. Algunas se plantean como modelos filosóficos, y se elaboran cálculos y fórmulas que pueden demostrar (o desmentir) esas afirmaciones. No obstante, la mejor manera de comprobar su certeza es en el mundo real. Hechos 100% aceptados como la velocidad de la luz o la velocidad del sonido se han confirmado mediante la experiencia.
Tomando en cuenta todo esto ¿cómo podríamos comprobar si es factible un mundo cuadrado? El laboratorio tendría que ser el mismo espacio exterior. Prácticamente tendríamos que crear un mundo nuevo desde cero y estudiar su desarrollo. Esto da pie a otro tipo de especulaciones.
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